Si alguna vez la sociedad española estuvo “en paz consigo misma” no fue desde luego durante el siglo XIX. Un siglo atormentado donde los haya.

El vendaval napoleónico que azotó a Europa para liberarla del Ancien Régime, trastornó también a la sociedad española. En esta se sucedieron complejas reacciones a aquel vendaval, catástrofes coloniales, guerras civiles y revoluciones jamás vistas antes.

El liberalismo se transmutó de ilustrado en revolucionario, el atraso económico arraigó en buena parte del país. Más que nunca, lo patriótico se esgrimió no solo en vano, sino, lo que es peor, de manera divisiva. Un siglo para no dejar de aprender hoy en día lo rápidamente que pueden perderse los logros del pasado.

Francisco de Goya, que tan cándidamente pintaba a la sociedad ilustrada treinta años antes, no pudo llegar más lejos en su desesperación y desgarro de lo que llegó con sus aguafuertes de “Los Desastres”. Una lectura más amplia, aquí

José Antonio Herce